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José Darío Sánchez López

Mapa de riesgos de una Unidad de Gestión Clínica

de Cirugía Oral y Maxilofacial en Granada

-Segunda Fase: comenzó el 16 de mayo de 2015 con la elabora-

ción y consenso del Proceso de Atención (PA) del paciente de COMF,

atendiendo a las posibles necesidades y expectativas que cada usuario

tiene en función del daño a la salud que presenta y por el que acude

al medio hospitalario en el contexto del SSPA. Se apreció que en el PA

del paciente de COMF intervienen mecanismos estratégicos habitual-

mente establecidos por el Servicio andaluz de Salud (SAS), procesos

claves asociados al tratamiento médico-quirúrgico que requiere el

paciente hasta su alta hospitalaria, y procesos de soporte que apoya-

rán la consecución de los objetivos planteados en el PA del paciente

de COMF. Se procedió a la descripción de la Metodología de Análisis

Modal de Fallos y Efectos (AMFE) (9,10). Aunque el equipo se estuvo

formando a través de la plataforma SPif, fue necesario apostar por la

formación continua, en aras de planificar una estrategia interactiva

en la adquisición del conocimiento. Estas estrategias representan una

superación del procedimiento tradicional de enseñanza-aprendizaje

y promueven la adquisición de nuevos conocimientos a través de la

autorreflexión y autoentendimiento. Se entiende el AMFE como una

herramienta proactiva de evaluación del riesgo que se usa para identi-

ficar los aspectos vulnerables deprocesos complejos, dealto riesgoy ge-

nerar acciones para contrarrestarlos antes de que aparezcan daños (EA).

-Tercera Fase: comenzó el 27 de mayo de 2015 con la identifica-

ción de los posibles EA. Una vez reunido todo el equipo, se identifica-

ron los mismos mediante brainstorming (tormenta de ideas), donde

cada profesional aportó sus diferentes conocimientos, experiencias y

competencias. Esto permitió la elaboración de un catálogo de posibles

EA, fallos y causas, que se recogieron por columnas en una hoja Excel.

-Cuarta Fase: comenzó el 14 de julio de 2015) con el cálculo

de índice de prioridad de riesgo (IPR), consensuando los distintos EA

identificados, eliminando duplicidades, aportando nuevos EA no de-

tectados y reformulando aquellos que no habían quedado claros. La

información obtenida se ponderómediante las variables de gravedad,

frecuencia y detectabilidad. De este modo:

-La gravedad (G) mide el daño físico o psíquico que provoca el

EA en cuestión, según la percepción del paciente y determina su im-

portancia o severidad sobre el mismo. Igualmente, valora el nivel de

consecuencias, con lo que el valor del índice de gravedad (IG) aumenta

en función de la insatisfacción del paciente, la disminución de los re-

sultados clínicos esperados y el coste de reparación del daño causado.

-La frecuencia (F) pondera la repetitividad potencial u ocurrencia

de un determinado EA, lo que en términos de fiabilidad o de preven-

ción se llama “probabilidad de aparición del fallo”.

-La detectabilidad (D) es la capacidad de detectar el fallo antes

de que se produzca el EA. Inversamente a los otros índices, cuantome-

nor sea la capacidad de detección mayor será el índice de detectabi-

lidad y mayor el consiguiente índice de riesgo (IR), determinante para

priorizar la intervención.

Así, se calculó el IPR mediante la ponderación de los EA del ca-

tálogo (G x F x D= IPR) para posteriormente calcular el grado de peli-

grosidad de los riesgos, mediante un trabajo grupal. Por consiguiente,

si se considera que el fallo que se va a ponderar genera un EA crítico

(por la gravedad clínica, extraordinario coste económico, prestigio de

la Unidad, etcétera), se coloca una “X” en el lugar correspondiente de

la columna encabezada con el texto de “CRÍTICO”, permitiendo una

rápida identificación.

-Quinta Fase: comenzó el 20 de julio de 2015 con la elaboración

de las acciones preventivas (AP) para los fallos y las causas detectadas.

Una vez elaborado el catálogo de EA, los IPR y las AP para cada causa,

se propuso cómo podría evitarse el EA, mediante una puesta en co-

mún por todo el equipo interdisciplinar de cada área afectada.

-Sexta Fase: comenzó el 27 de julio de 2015 con la creación del

MR en la UGC de COMF y la identificación de los EA que se pueden

producir en el ámbito de actuación asistencial de la Unidad desde

que el paciente accede al medio hospitalario hasta su alta médica.

Es importante subrayar que el MR (11) constituye una herramienta

de trabajo dinámica e informativa, de carácter transversal y sujeta a

revisiones periódicas, que permite conocer los posibles daños (EA) e

IPRs en la UGC. Tras identificar los EA conmayor IPR, se elaboraron las

líneas de trabajo para implantar las medidas preventivas oportunas,

asignando a los miembros responsables de la UGC la consecución de

las mismas. Finalmente, se definieron con el equipo multidisciplinar

tres indicadores de calidad sanitaria (12) que podían orientar sobre la

evolución de las mejoras en la SP:

Indicador 1: pacientes que se les aplica el procedimiento de Se-

guridad y Verificación Quirúrgica.

Indicador 2: identificación inequívoca de pacientes mediante

pulsera identificativa.

Indicador 3: error en la administración de medicación.

Los indicadores son el instrumentoparamedir el criteriode bue-

na práctica del ámbito del estudio.

RESULTADOS

El resultado del estudio muestra que se han catalogado 33 EA

con un total 102 fallos y 169 causas. Los EA se han distribuido por dis-

tintas áreas asistenciales: derivados de atención primaria y otros hos-

pitales (28), en el área de admisión programada (4), consultas externas

(14), urgencias (14), y hospitalización -diagnóstico y solo tratamiento

médico- (18). Si tras el tratamiento médico se decide en sesión médi-

co quirúrgica que se realizará el procedimiento quirúrgico, el usuario

pasará al área quirúrgica –quirófano- (19), reanimación (19), hospita-

lización (18) y para alta domiciliaria definitiva o de revisión (8). Pa-

radójicamente, el mayor número de EA se produce en el circuito de

derivación de urgencias y atención primaria (28) frente a tan sólo 4

EA procedentes de admisión programada, según las características del

primer grupo en cuanto al conocimiento del paciente y su entorno:

insuficiente conocimiento de la patología maxilofacial, mayor presión

asistencial, demoras en la derivación, etcétera, que convierten a esta

área en la más vulnerable en cuanto a SP. Sin embargo, los EA dentro

del medio hospitalario -área quirúrgica, reanimación, hospitalización-

mantienen una frecuencia muy similar (18-19), indicativo de una ma-

yor unificación de procesos en la SP. Por otra parte, es destacable el

hecho de que éstos se reducen a tan sólo 8 EA en el momento del alta

domiciliaria, probablemente porque constituye una fase en la que se re-

unifican criterios y lasmedidas de seguridad presentanmayor eficacia.

La tabla 2 muestra el IPR según la ponderación de los EA del ca-

tálogo. El análisis del AMFE nos muestra una relación de 10 EA consi-

derados como críticos y 23 EAno críticos, siendo prioritario adoptar las

medidas preventivas de los 10 EA críticos (tabla 3).

EVENTOS ADVERSOS

IPR

33 Lesión de partes blandas por instrumental

343

3 Error en la medicación.

324

4 Violación de la intimidad/confidencialidad.

243

6 Ansiedad de paciente y familiares.

216

26 Confusiones en diagnósticos y tratamientos

médicos.

200

11 Pruebas diagnósticas y tratamiento

innecesario.

168

13 Error de diagnóstico.

168

29 Úlceras por presión.

168

14 Reacción medicamentosa alérgica.

150

20 Tratamiento médico-quirúrgico incorrecto.

148

12 Error en la transferencia del paciente.

144

31 Fractura de mandíbula.

128

25 Resolución en consulta de acto único.

126

10 Reingreso por agravamiento del proceso

por el que fue tratado.

112

Tabla2.- Efectos adversos con ÍndicedePrioridaddeRiesgomayor a100.