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Fernando Leiva-Cepas

Propranolol, efecto terapéutico simultáneo en una paciente. ¿Existe la polipíldora?

Existen tres características que diferencian a unos BB de

otros:

1.

Cardioselectividad

: actuando sobre receptores

β

1

sin

antagonizar los receptores

β

2

, no actuando en el músculo

liso bronquial, arterial sistémico o coronario. Así, evitan

los efectos de broncoespasmo y vasoconstricción vascular

que resultaría de una estimulación alfa sin oposición.

2. Actividad simpaticomimética intrínseca

: la poseen

algunos BB al realizar un agonismo parcial sobre los

receptores beta -propiedad perjudicial en pacientes

que presentan angina severa o de reposo-.

3. Hidrosolubilidad o liposulubilidad

: algunos BB, como el

propranolol, son liposolubles. Esto influye tanto en su

dosificación como en la aparición de efectos adversos

con más frecuencia que con los fármacos hidrosolubles.

Entre los efectos secundarios de los BB destaca el bloqueo

de los receptores

β

2

en el músculo bronquial (crisis de asma y

broncoconstricción en pacientes afectos de EPOC).

La acción inotrópica negativa sobre el corazón puede

desencadenar

insuficiencia cardíaca, y el antagonismo

adrenérgico a nivel periférico, favorece la aparición de crisis

de Raynaud y agrava los síntomas de la enfermedad vascular

periférica.

Por otro lado, los BB no cardioselectivos inhiben la

glucogenolisis y debilitan la respuesta adrenérgica a la

hipoglucemia. Pueden provocar náuseas, diarrea, impotencia,

estreñimiento, depresión, sedación y trastornos del sueño, por

su capacidad de atravesar la barreara hematoencefálica (BHE).

El propranolol en un fármaco ampliamente utilizado desde

su desarrollo en la década de 1960. Sus principales efectos

terapéuticos están relacionados con el control de la frecuencia

cardíaca, así como la prevención de un remodelado ventricular

anómalo tras un infarto agudo de miocardio.

Se presenta el siguiente caso clínico con el objetivo de

enfatizar el hecho de que con un solo fármaco se controlaron 4

procesos patológicos, descompensados tras retirarlo.

CASO CLÍNICO

Mujer de 90 años con antecedentes personales de:

hipertensión arterial (HTA, 1987), insuficiencia cardiaca (2008),

fibrilación auricular (FA, 1999), hipertiroidismo (2001), temblor

esencial (1996W), anemia de trastornos crónicos y hematoma

subdural (2013). Como tratamiento habitual: propranolol,

furosemida, clopidogrel, carbimazol, levetiracetam, sulfato ferroso

y cianocobalamina.

La paciente que debuta con temblor esencial muy limitante

que no toleró primidona, prescribiéndose propranolol para

el control de los síntomas con mejoría significativa. Años más

tarde se inicia un cuadro de palpitaciones (1999, fibrilación

auricular), anticoagulando a la paciente con acenocumarol.

Como complicación a este tratamiento, tras un traumatismo

craneoencefálico, se desarrolló un hematoma subdural que obliga

a la retirada de cumarinas y tratamiento con heparina y AAS;

que debe de ser igualmente retirado por sangrado, asumiendo

el riesgo trombótico. Cinco meses después de este episodio, se

detecta en consulta de Atención Primaria un hipertiroidismo

paucisintomático,

probablemente

por

el

tratamiento

betabloqueante.

Tres años más tarde, en el contexto de una descompensación

aguda de su insuficiencia cardíaca por una infección respiratoria,

se le retira el tratamiento BB por considerarse “obsoleto” según

las guías clínicas del momento. Días más tarde acude de nuevo a

urgencias por sintomatología de edema agudo de pulmón (EAP) por

empeoramiento de su FA de base. Durante el ingreso hospitalario

se detectó además empeoramiento de su patología tiroidea previa

que requirió tratamiento con antitiroideos y propranolol.

Aun así esta paciente, poco consultadora, se tuvo

conocimiento

a posteriori

que padecía migraña desde la infancia,

cuyas crisis redujeron drásticamente la frecuencia después de la

instauración del propranolol.

Exploración y pruebas complementarias, día del

ingreso por EAP: afectación del estado general. Auscultación

cardiorrespiratoria: taquiarrítmica a 150 lpm, sin extratonos.

Murmullo vesicular disminuido, taquipnéica, crepitantes hasta

campos medios y sibilantes. Abdomen sin hallazgos. Edemas en

miembros inferiores sin signos de trombosis venosa. ECG: FA a

130-150 lpm, con eje izquierdo, BRD conocido. Sin alteraciones

agudas de la repolarización. Hemograma, bioquímica y gasometría

arterial normales. Rx de tórax: exudados algodonosos a nivel de

ambos hilios, con pinzamiento de ambos senos costofrénicos.

DISCUSIÓN

El uso del propranolol ha disminuido en los últimos años,

especialmente desde la incorporación de nuevos BB. Sin embargo,

no ha sido desplazado en determinadas patologías, e incluso se

está incorporando al tratamiento en patología dermatológica con

resultados esperanzadores.

En el control de la frecuencia cardíaca, propranolol por su

farmacocinética, precisa de dosis elevadas separadas en varias

tomas para alcanzar una dosis óptima, siendo sustituido por

bisoprolol que es el más y mejor empleado

1

; si bien en episodios

de urgencia (fibrilación auricular rápida, en pacientes con FA ya

conocida) se emplea para el control de la frecuencia. Así mismo,

su empleo como hipotensor (1971) fue más tardío que como

antianginoso (1964), ya que este fármaco era el prototipo de BB.

Actualmente, su empleo como fármaco de primera línea

para el tratamiento de HTA está en desuso, especialmente en

pacientes de más de 60 años, diabéticos y/o fumadores

2

. Las

nuevas formulaciones como carvedilol y nevibolol no aumentan

el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2

3

, y disminuyen

el riesgo de accidente cerebrovascular

4

, lo que ha hecho que

propranolol actualmente tenga escasas indicaciones como

hipotensor. Carvedilol está indicado de forma prioritaria en casos

de disfunción ventricular secundaria a eventos isquémicos y

nevibolol es un fármaco que favorece la síntesis de óxido nítrico

y que proporciona buenos resultados es monoterapia. Además,

los nuevos BB tienen mejores propiedades farmacocinéticas,

aumentando el intervalo de tiempo de dosificación, favoreciendo

la adherencia terapéutica.

Respecto a la profilaxis de la migraña, el propranolol se

usa principalmente en la de tipo vestibular. Recientes estudios

5

muestran eficacia similar a fármacos como flunarizina (aumento

de peso), amitriptilina (taquicardia) o topiramato (disgeusia)

donde en ausencia de fenómeno de Raynaud, asma o insuficiencia

cardiaca son ideales pues se evitan los efectos secundarios de los

fármacos anteriormente citados. Su mecanismo de acción de

acción parece estar mediado por la vasodilatación de los vasos

cerebrales.

En el temblor esencial, los BB son los fármacos que más

utilizados

6

y se conocen para esta indicación desde hace mucho

tiempo, siendo el más estudiado el propranolol, que se emplea

desde 1971. Su mecanismo de acción parece ser periférico

mediada por un bloqueo

β

2 , sin precisarse fármacos que

atraviesen la BHE, permitiendo su empleo en temblor cerebeloso

o del derivado de la enfermedad de Parkinson.

En el control de los síntomas del hipertiroidismo, los BB

disminuyen las manifestaciones de esta patología mientras los

antitiroideos comienzan su acción en pacientes muy sintomáticos;

además tienen cierta capacidad para la inhibición periférica de T3.