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Miguel Ángel López Zúñiga

Fibrosis hepática, hepatitis C y pacientes mono y coinfectados

la coinfección y la modificación de la fibrosis no fue significativa

(p=0,713) lo cual indica que en este caso, las diferencias no se

pueden atribuir al estado de coinfección de los pacientes.

Según el tratamiento recibido, observamos que entre los

tratados con la pauta de PegIFN + RBV disminuyen su fibrosis

el 30% de los pacientes y otro 70% permaneció en el mismo

estadio. Entre los tratados con Boceprevir/Telaprevir + Peg INF

el 40% permaneció en su estadio y 60% lo disminuyo. Mientras

que los tratados con los nuevos AAD disminuyeron el 47,8%, y

permanecieron en el mismo estadio el 47,8% (Figura 5).

En nuestro estudio, no vimos asociación significativa, entre

los tres tipos de tratamiento y la modificación de la fibrosis

(p=0,445)

DISCUSIÓN

En un análisis general, se observa que un 69,35% de los

pacientes que alcanzan la RVS son capaces de disminuir su grado

de fibrosis con una media de 9,45 kPa, sin embargo esta cifra

es más baja si analizamos la disminución por estadios Metavir,

donde disminuyen el 45,2% de los pacientes, con una media de

1,78 estadios de bajada. Tres fueron, sin embargo, los pacientes

que aumentaron de estadio.

Por otro lado, el análisis que cuantifica el número de estadios

en los que se modifica la regresión de la fibrosis revela que el

50% no modifica el estadio Metavir. Entre estos pacientes que no

cambian de estadio, la disminución de la fibrosis media es de 2,23

kPa, lo cual indica que estos pacientes tienen una tendencia a

reducir la fibrosis aunque no cambien su estadio.

Es importante señalar que los estadios en los que se divide

la escala Metavir son irregulares en rango, en especial el estadio

F4, que ocupa desde 14,6 kPa hasta 75. Por ello en nuestro

análisis incluimos el cálculo de la modificación media de los

pacientes que se mantuvieron en el estadio F4 y observamos

que la tendencia es una disminución media de 4,1 kPa. Lo que

es relevante aunque no cambien de estadio. Estudios como el de

Macías et al. sugieren que la relación entre los pequeños cambios

de estos valores de rigidez hepática y el desenlace clínico debería

ser estudiada (13) ya que valores bajos de rigidez hepática

medidos por elastometría transitoria se correlacionan con valores

de presión portal también más bajos (14) y, por tanto, con menor

probabilidad de tener varices esofágicas (15) junto con una menor

tasa de presentar eventos adversos hepáticos como hemorragias

o ascitis (16). Este dato tiene implicación pronóstica, de manera

que, por ejemplo, en pacientes con medidas de elastometría por

encima de 21 kPa, está indicado realizar una endoscopia digestiva

alta para descartar la presencia de varices esofágicas, mientras

que en los pacientes con menos de 21 kPa no está indicado, con

lo que, aunque no se modifique el estadio (en ambas situaciones

hay un estadio F4), estos cambios pueden modificar el manejo

del paciente. Además, en un estudio reciente Petta S. et al., han

observado que alcanzar RVS en pacientes con HCVHC se asocia

a una disminución de la progresión de la enfermedad hepática,

de manera que en la evolución de estos pacientes no aumenta

el riesgo de aparición de varices esofágicas, descompensaciones

hepáticas, ni tampoco hepatocarcinoma, al contrario de lo que

sucedería si se dejase evolucionar la HCVHC (17).Todo esto, invita

a estudiar si los valores de presión portal de estos pacientes, que

antes de conseguir la RVS tenían un grado de fibrosis avanzado,

disminuyen de forma proporcional a la disminución de su fibrosis.

La literatura indica que la severidad de la enfermedad

hepática es un conocido factor negativo en cuanto a la respuesta

a los antivirales, y, que de igual manera, la disminución de la

fibrosis puede ser menos probable en pacientes con enfermedad

más avanzada o con una cirrosis ya establecida. En nuestro

estudio observamos que el grupo que más disminuye su fibrosis

en estadios es el grupo de los pacientes que previamente tenían

un estadio F2, mientras que los que estaban en estadios F3 y

F4 disminuyen también, pero en un porcentaje menor, al igual

que está descrito en la literatura (18). Aun así, en un porcentaje

importante de casos, (un 10% de los F3 y un 25,9% de los F4) que

previamente tenían una fibrosis hepática significativa, consiguen

descender su fibrosis hasta F2. Esto es relevante porque, con

ello, disminuyen el riesgo de sufrir complicaciones derivadas

de la fibrosis hepática excepto el hepatocarcinoma en aquellos

pacientes con F3-F4 en los que sigue apareciendo.

Se encontró asociación estadisticamente significativa

(p<0,001) entre el grado de fibrosis previo y la variación de

ésta. Dado que nuestro período medio de seguimiento fue de

11 meses, probablemente hubiera sido necesario un período

de seguimiento mayor para observar mayor reducción tanto en

estadios como en kPa, debido a que algunos estudios sugieren

que en este proceso de reducción fibrosa, primero ocurre una

reducción en la inflamación y después sigue de un largo período

de disminución de la fibrosis (19) y que, por ello, esta reducción

fibrosa es dependiente del tiempo y el seguimiento, para ver estas

diferencias, necesita ser más largo. En el estudio de Crissien et al.

se comunicó que era necesario un tiempo medio de seguimiento

de la fibrosis de 2,5 años en pacientes con fibrosis avanzada y de

3 años en aquellos que ya tuvieran cirrosis de base para observar

esa mejoría (20). Por ello, pensamos que sería interesante

diseñar un estudio en el que el período de seguimiento fuese más

extenso y así poder evaluar también a aquellos en cuyo proceso

se demore la disminución de la fibrosis.

La asociación entre la coinfección con VIH y una menor

disminución de la fibrosis no fue significativa, aunque en la

literatura algunos estudios sugieren que la coinfección está

relacionada con una menor probabilidad de reducción de la

fibrosis y apuntan que en ello influyen factores inmunitarios,

como la depleción de linfocitos CD4 o una terapia antirretroviral

inefectiva, lo que conduce específicamente a un aumento

de episodios de descompensación hepática en pacientes

coinfectados en comparación con los pacientes monoinfectados

(21).

Un área futura de investigación es conocer si la reducción de

la fibrosis con los AAD es mayor o más rápida que con las antiguas

pautas de PegIFN+ RBV. En principio, consideramos que no debería

Figura 5: Modificaciones en la fibrosis según los diferentes grupos

de tratamiento.

Figura 4: Diferencias en la modificación de la fibrosis entre

monoinfectados (VHC) y coinfectados (VIH/VHC).